Buenos
días!! Siempre os he dicho que muchos de las manualidades que os enseño son
ideales para entretener a los niños en esos días en los que el tiempo no
acompaña, osea como este fin de semana que se prevé muy muy frio
Asi
que hoy os traigo un nuevo diy: el famoso Bote de la calma!!!
Lo había visto tanto en Pinterest, como Facebook e Ig, me parecían super chulos
asi que nos pusimos a ello, pero no ha sido fácil ….. hemos tenido dos
intentos fallidos…… o como nosotros lo llamamos “Fracasoooo absolutoooo”
jajajajaja. Quizá se llamen botes de la calma porque al hacerlos pones a prueba
la tuya propia……. Jajajajaj
Os
ahorrare los detalles pero pasamos de crear una especie de “moco” viscoso, pero
muy colorido eso sí….. a llenar el baño de purpurina….. pero bueno en eso
consiste casi todo en la vida en el ensayo y error hasta dar con la formula correcta,
en este caso confesaré que la clave nos la dio el buen padre y ahora os
descubriré cuál fue
En
primer lugar os dire los ingredientes que necesitamos:
-
Agua
caliente
-
Pegamento
transparente
-
Glicerina
liquida (en farmacias)
-
Purpurina
-
Colorante
alimentario
En
la foto que veis está el primer error: el pegamento, el primero que compre era
un pegamento para goma eva y no se disolvía bien, teneis que comprar pegamento
transparente escolar, el típico de toda la vida
El
otro fracaso es que la primera purpurina que compramos era demasiado fina, tipo
arenilla y se iba al fondo rápidamente y no se compactaba bien, asi que elegir
purpurina de diferentes grosores y
también podéis incluir estrellitas o similares
Bien
pues una vez elegidos correctamente los materiales, ¿ cómo hacemos nuestro bote
de la calma?
Calentamos
el agua y disolvemos medio bote aproximadamente (dependiendo del tamaño del
recipiente que elijáis) del pegamento y removemos, cuando esté disuelto
añadimos glicerina con esto conseguimos crear varios espesores diferentes.
Ahora
añadimos colorante alimentario del color que queramos y por último la purpurina
que combine con el color que hemos elegido. Todo esto sin dejar de remover con
energía…. Y ya está!!!!!!
Por
último con silicona sellamos la tapa el recipiente para evitar “escapes”
Aquí
os pongo una foto de como quedó el bote de Sol
A
que es chulísimo? Pero mas allá del diy en sí que es precioso, este bote sirve
para mucho mas, ya que su fin principal es conseguir que ante un momento de
rabieta, enfado o nerviosismo los niños se relajen mirándolo
De
hecho os diré que aparte del bote de Sol yo me hice uno para mi también,
porque, no nos engañemos, es casi mas importante que los papis mantengamos la
calma, ya que si la transmitimos los niños así lo van a percibir
Ya
os iré contando si funcionan
Espero
que os haya gustado
Hasta
el próximo post ;-)